El reconocido merenguero dominicano Sergio Vargas relató lo que fue su última visita a la discoteca Jet Set, un lugar emblemático de la vida nocturna en Santo Domingo. Según sus palabras, aquella noche fue uno de los últimos en salir del establecimiento, ya que una larga fila de fanáticos se formó para tomarse fotos con él.
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Sergio Vargas narra su última visita a Jet Set
Mientras se retiraba del lugar, observó una escena que le llamó poderosamente la atención: los encargados de limpieza estaban barriendo el suelo. Al acercarse, notó que lo que removían del piso eran partículas finas, como polvo o arena. Al preguntar de qué se trataba, los empleados le explicaron que era algo recurrente: fragmentos de polvo y arena que caían del techo debido al deterioro del pañete.
"Tenemos problemas porque a varias personas les han caído pedazos del techo", le confesaron, añadiendo que también había quejas de clientes que encontraban estas partículas en sus tragos. Vargas expresó su preocupación por la evidente falta de mantenimiento y prevención, señalando que “la prevención es la medicina de Dios”.
La tragedia que marcó el final de Jet Set

Años después de aquel testimonio, Jet Set fue escenario de una de las tragedias más impactantes en la historia reciente del entretenimiento en República Dominicana. Durante una presentación del también legendario merenguero Rubby Pérez, el techo de la discoteca colapsó repentinamente. El derrumbe provocó la muerte del propio Rubby Pérez y dejó un saldo devastador de más de 200 personas fallecidas, además de decenas de heridos.
Testigos afirmaron que momentos antes del colapso, se escucharon crujidos en el techo y una especie de vibración en las paredes, pero el espectáculo continuó sin interrupciones. Las investigaciones posteriores revelaron que el techo presentaba daños estructurales desde hacía años y que no se habían realizado las reparaciones necesarias.
Denuncias ignoradas y advertencias previas
Jet Set, pese a su prestigio y tradición en la vida nocturna capitalina, había acumulado denuncias por parte de clientes y exempleados. Muchas de ellas hacían referencia al deterioro progresivo de la infraestructura, filtraciones, presencia de humedad, problemas eléctricos y caída de partículas del techo.
Algunos trabajadores advirtieron en su momento que se estaban ignorando señales de alarma importantes, pero las quejas parecían perderse entre la popularidad del lugar y el movimiento constante de artistas. Tras la tragedia, estos reportes salieron a la luz como evidencia de una negligencia prolongada que, lamentablemente, terminó en una tragedia evitable.
Aquí te dejamos el audio de Sergio Vargas recordando su última visita a Jet Set